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¿Cómo desenmarañar las cifras y nuestras proyecciones?

Fecha: 20. abril 2020

Autor: Antoni Cuadrada CEFA

Asistimos actualmente a una sobrecarga de proyecciones sobre el futuro de la economía facilitados por  los departamentos de análisis de los grandes bancos así como por organismos nacionales e internacionales.

La perspectiva se va reduciendo y, si hace años se hacían proyecciones a largo plazo, actualmente se hacen predicciones a corto que se van adaptando a medida que transcurre la situación actual y se dispone de nuevas variables. Siempre ha sido así, el acto reflejo de las autoridades económicas parece que más que movibles son dinámicas hasta incluso llegar a no acertar con la realidad final.

Comparto con vosotros algunos ejemplos de esta carga sobredimensionada de información:

Deutsche Bank: el decrecimiento total en 2020 sería de -6,9% para la zona euro y del -4,2% para Estados Unidos. En caso de que el virus no estuviera controlado en la segunda mitad del año, las previsiones serían peores: una caída del PIB del 13,3% en la zona euro y del 7,8% en Estados Unidos.

Unicredit : estima una caída del PIB español del 15,5% en 2020 y un crecimiento del 9,5% en 2021. Cabe destacar que no es lo mismo un crecimiento de tal magnitud con el PIB actual que con el PIB que tendrá España al final de este año. Según el mismo documento, la eurozona decrecería un 13% este año y crecería un 10% en 2021.

Fondo Monetario Internacional: prevé que cada mes de cuarentena cuestan 3 puntos del PIB anual, según dijo su director del Departamento de Europa, Paul Thomsen.

BBVA Research: estima que, en caso de un confinamiento corto y una rápido recuperación en forma de V, el PIB caería un 4,1% este 2020 y un 7,9% en caso de tener un confinamiento más largo y una recuperación más gradual.

Nadie duda ya del impacto de la crisis sobre el PIB en España, Europa y EEUU y, por extensión, el crecimiento del PIB se asentará sobre una base sensiblemente menor.

El confinamiento y las restricciones a la actividad económica impuestas por el estado de alarma afectarán al PIB tanto como duren, llegando a superar según las previsiones el -15% en nuestro país.  Huelga decir que, su duración provocará una vuelta al escenario pre-crisis más lenta. Son necesarias medidas económicas para paliar lo máximo posible el efecto de la pandemia que, aunque empezó como un grave problema sanitario, viene acompañado y precedido de visos de una importante contracción económica.

Este artículo no busca predecir ni identificar fechas, porcentajes o impactos exactos sino de ayudar a interpretar los datos para que, cada quien, en su negocio, tenga una visión clara de cómo ha de interpretar los datos y poder así tomar decisiones en sus negocios. Y para ello, nos apoyaremos en un supuesto aleatorio.

  • Estimaremos por base que el PIB de España en 2020 se deteriora un 10% con respecto a 2019.
  • Pongamos también que el valor de recuperación de 2021 sobre 2020 será de un 3%.
  • Proyectaremos un crecimiento del 3% lineal para continuar el ejercicio.

Conclusiones:

  1. Con las premisas de PIB, en 2019 será de 100, en 2020 de 90 y en 2021 de 92,7 unidades.
  2. En 2021 estaríamos a un -7,3% de la base inicial del PIB 2019.
  3. Hasta 2024 no superaríamos el PIB de 2019, año en el que nos situaríamos en 101,29 unidades.
  4. En situación de expansión económica y no crisis, con una expansión de crecimiento al 3% anual, en 2024 nos habríamos situado con un PIB de 115,92 unidades, pero, con la situación actual, esas cifras llegarían en 2029.

El ejercicio anteriormente descrito nos vale para nuestro negocio también, pues, al final, cambiando la nomenclatura de PIB por la de GOP/BAI/BI (cada quien lo que guste) y la de España por Hotel/Restaurante/Agencia…etc., el ejercicio seguiría dando su resultado.

Entonces, ¿dónde deberíamos de aplicar nuestros esfuerzos?

Nuestro campo de actuación radica sobre aquello sobre lo que tenemos capacidad de impacto, y eso no es otro que la eficiencia de nuestros negocios. Nuestro objetivo es crecer, pero no a cualquier “precio” sino con rentabilidad superior a la ya obtenida.

Sin duda alguna, si somos más eficientes, el crecimiento que nos venga dado reportará mejores beneficios al ser capaces de llevar a beneficio más % de cada euro que ingresemos. Esto, sin duda, hará que los tiempos de recuperación- “payback” se acorten.

Sistemas, procedimientos, reposicionamiento, diferenciación, mochilas menos cargadas, tecnología eficiente, y actitud entre otros, son acciones que debemos esmerarnos para ganar tracción.

El ejercicio de eficiencia convertirá al sector en una maquinaria mejor engrasada y más fuerte para posicionarse en el nuevo mercado. El Estado deberá de ver y digerir este análisis y aportar medidas eficaces que ayuden a progresar y facilitar esta tracción, pero siempre con una premisa de que es el propio sector quien debe de reforzarse.

El nuevo escenario obligará a los gestores a ajustar sus costes estructurales ante un previsible descenso de la demanda, no solamente provocada por el decreciente número de clientes sino también por los previsibles ajustes en los volúmenes de carga de los espacios hoteleros y hosteleros. Y, en cuanto a su portfolio, medidas de desapalancamiento, desinversiones y mejora de los costes financieros serán otra asignatura que abordar tan pronto como sea posible.

Datos relevantes:

  • El sector turismo representa entorno un 12-13% del PIB nacional.
  • El sector turismo, el comercio, la hostelería y el transporte representan el 24-25% del PIB.
  • El sector servicios el 78% del PIB nacional.
  • Sin duda alguna, y por contribución del sector turismo e inducidos, sobre el balance total, éste va a tener que hacer los máximos esfuerzos de gestión si queremos que esta denominada nueva tracción compense parte del periodo de recuperación de la base inicial perdida.